¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL LÍQUIDO DE FRENOS?

El líquido de frenos juega un papel crucial en materia de seguridad. La energía creada al pisar el pedal de freno es transmitida por el circuito a través de este fluido. Es el responsable de activar las pastillas, que se cierran y entran en fricción con los discos de freno para detener o reducir la velocidad del vehículo.

También actúa como elemento refrigerante al absorber parte del calor generado por la fricción y disipándolo lejos de los discos y las pastillas, los elementos sometidos a mayor desgaste. Ese rol es fundamental para asegurar un funcionamiento óptimo del sistema de frenado y para evitar averías graves en las piezas que lo conforman.

¿POR QUÉ NECESITO CAMBIARLO?

Con cada frenada, las diversas partes del sistema entran en acción y producen una energía calorífica que eleva la temperatura de los frenos hasta valores cercanos a los 500ºC. Al absorber buena parte de este calor, el líquido de frenos contribuye a prevenir la corrosión de las piezas, así como a evitar una pérdida de eficiencia en la frenada. Asimismo, previene fallos que pueden derivar en peligrosas averías en el sistema de frenado.

¿CADA CUÁNTO DEBE SER CAMBIADO?

Como norma general, se recomienda cambiar el líquido de frenos cada dos años, aunque en lugares en los que la humedad es elevada, debe hacerse anualmente. Si se detecta que el fluido está sucio o si la temperatura de ebullición a la que trabaja es inferior a lo aconsejable (en condiciones normales lo hace a más 165ºC), debe ser reemplazado por uno nuevo de calidad equivalente. En FRENOS COSME encontrarás a los profesionales necesarios para revisar su estado y poner a punto tu sistema de frenos.